Érase una huerta en la que había muchas semillas que brotaban muy, muy, rápido; fuertes y resistentes; pero siempre el viento se las llevaba.
Hasta que, un día, una semilla de oro resistió al viento, y, además, hizo que a las otras no se las llevara el viento cuando pasara.
Y la semilla de oro brotó; y, de ella, salió un girasol muy resistente y fuerte.
Diego Pinillos( 3º A)
No hay comentarios:
Publicar un comentario