martes, 17 de septiembre de 2013

RECUERDOS DE LAS VACACIONES

Ya nos hemos metido de nuevo en faena. Atrás quedan los largos días de sol, playa, juegos...
Pero lo que tenemos por delante también es prometedor: un curso enterito de aprender cosas nuevas, jugar con los compañeros, asistir a espectáculos, salidas escolares...y un montón de sorpresas que van surgiendo por el camino.
Pero el comienzo del curso no es el fin de la diversión: tres alumnos del Cole nos cuentan su experiencia de verano en la montaña para que animarnos a seguir su ejemplo. Y la montaña en otoño es ¡fantástica! Leed con atención lo que nos cuentan:

Hola a todos,
Somos Valva y Julia Obregón y Paula González y queremos contaros la súper-excursión que hemos hecho éste sábado a los Picos de Europa, para ver si os animáis vosotros también (...bueno, en realidad lo que queremos es contárselo a Mariano para que éste año nos apruebe la asignatura sin exigirnos mucho...jejeje..)
La aventura comenzó en Fuente Dé con el teleférico. Estábamos haciendo cola a las 10,30 de la mañana. Qué bien se ve todo desde la cabina, aunque da un poco de vértigo, no creáis...
El día era muy soleado, pero aún así, las mamis, ya sabéis, muy previsoras, nos prepararon ropa de abrigo y chubasqueros, pero también el bañador (nos prometieron un baño en un lugar sorpresa...!!!), llevábamos de todo: gorro, crema protectora, tiritas y, por supuesto, los bocatas, ah! y que no se nos olvide, mucha, pero que mucha agua.
Como es tradición, lo primero que hicimos fue asomarnos al Mirador del Cable, no sé si lo conocéis, pero es impresionante, parece que estás colgado en el vacío...
Comenzamos la senda hacia las 11,30 h. y después de un ratito caminando, pasamos al lado de los Pozos de LLoroza. Por el camino nos encontrábamos con mucha gente y, una cosa curiosa, todos nos saludábamos como si nos conociéramos..., nos dijeron los papis que eso es el espíritu de la montaña, educación y compañerismo.
Estuvimos jugando con la nieve de los neveros y a medio camino, paramos a tomar un tentempié...ummm, qué rico el fuet y el chocolate......Continuamos la marcha y por fin, llegamos a la cumbre de Cabaña Verónica. El refugio de Cabaña Verónica es el más alto de los Picos y está construido con una cúpula metálica procedente de un portaaviones que fue desguazado en Santurce..., subieron las piezas a caballo... 
Unos montañeros franceses hasta nos aplaudieron cuando nos vieron llegar, y Nando y sus amigos, guardas del refugio, nos invitaron a tomar un aperitivo de patatas fritas que habían cocinado allí mismo.
Nos sentamos a comer después de hacernos unas fotos de recuerdo y, fue entonces cuando vimos lo sorprendente que es la montaña. De repente, el cielo se puso gris, las nubes se pusieron a correr y a correr y el viento comenzó a soplar. Entendimos perfectamente porqué hay que preparar las mochilas con tantas cosas, polares, chubasqueros, no nos sobraba nada...¡qué frío!
Comenzamos el descenso y a medida que bajábamos, el sol volvió a salir y ¡hala! a quitarnos todo otra vez, ¡qué trajín! Como nos habían prometido, pudimos desviarnos un poquito de la ruta y bajar hasta los pozos que habíamos visto por la mañana a bañarnos, vaya qué fría estaba el agua, pero qué bien nos vino refrescarnos... Las cabras del monte bajaron también con nosotros y, si nos descuidamos un poquito ¡¡¡casi nos comen la ropa!!!
Después del baño, volvimos a coger el teleférico para bajar de la montaña. También nos explicaron que hay gente que sube y baja andando, ¡vaya campeones!
Bueno, pues lo dicho, os animamos a todos a que disfrutéis de nuestros estupendos paisajes y os dejamos una fotos para que veáis lo bonita que fue la excursión.

Valva, Paula y Julia  









1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya tres niñas más guapas y aventureras.Se ve que habéis disfrutado mucho de la ruta y los paisajes.
Un saludo,
Eva